Reporte de OCDE indica que estudiar no asegura tener empleo
No hace mucho tiempo que aún podíamos escuchar a nuestros familiares diciendo que estudiar nos abriría las puertas del éxito y la superación; todos aseguraban que quien tenía estudios tenía también seguro un buen trabajo con un salario envidiable y oportunidades de crecimiento eternas. Nosotros, persiguiendo un futuro prometedor, concursamos por lugares en las abarrotadas universidades públicas y pagamos por escuelas privadas solo para encontrarnos que el desempleo ataca a todos por igual.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) develó el secreto a voces que todos teníamos miedo de confirmar: en México, un alto nivel académico no impide el desempleo. En el reporte llamado “Panorama de la Educación 2014” se reveló que, muy por el contrario, el mercado laboral es más amplio y amistoso con quienes cuentan con pocos estudios.
Así pues, se llegó a la conclusión de que quienes cuentan con mayores niveles académicos son menos requeridos en los trabajos que aquellas personas que apenas cuentan con la educación media superior, dando a quienes dedican más años de su vida al estudio, menos oportunidades de integrarse al campo laboral, tan solo en 2012, el desempleo era más alto (4.6%) entre los adultos con educación media superior que entre aquellos que no contaban con este nivel de estudios (3.6%).
Hace apenas unos días, salía a los medios la alarmante noticia del incremento de los suicidios en los jóvenes desempleados, pues la mayor parte de la ola de desempleo ha golpeado a los jóvenes egresados de una carrera universitaria, pues esta generación de jóvenes con estudios, en contraste con generaciones pasadas, son mucho más vulnerables al desempleo.
Para los jóvenes que buscan superarse intelectualmente este es un panorama muy amargo, puesto que todos los años que invierten en el estudio, de cierta manera los pierden en el área laboral, pues muchos de los trabajos actuales, piden personas de 22 años con experiencia de 2 años, lo cual solo se puede lograr trabajando desde temprana edad. Muchos de los aspirantes a las vacantes laborales más anunciadas en el periódico, son rechazados si cuentan con una licenciatura y muchas veces si cuentan con la preparatoria puesto que están “sobrecalificados” para el trabajo.
Se calcula que un 5.6 por ciento de los jóvenes adultos de entre 25 y 34 años con educación media superior se encuentran desempleados.
El alarmante panorama cada vez empeora más, dejando a los jóvenes de las generaciones futuras con un porvenir incierto.
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