Acompañado por Anthony Wayne, embajador del vecino del norte en nuestro país, y por Carlos Paz Soldán, presidente de la sección mexicana de aquélla cámara de comercio, el responsable de la educación en México señaló que si queremos mejorar el nivel educativo debemos mejorar los métodos de enseñanza y aprendizaje.

Durante su participación el Secretario de Educación mencionó que se requiere una transformación profunda en el sistema educativo mexicano y que el espíritu transformador es cosa innata para algunas personas “pero para la gran mayoría es una calidad adquirida que se puede incentivar y desarrollar a través de la formación adecuada”.

Asimismo, indicó que en la era del conocimiento ya no existen las limitaciones que imponían las distancias entre los mercados ni la inexistencia de materias primas en una zona determinada. Por el contrario, la única limitante es la capacidad para desarrollar formas innovadoras de encontrar los medios necesarios para crear, gestionar e introducir al mercado global nuevas industrias y modelos de negocio.

Esta capacidad innovadora, subrayó, depende de varios factores, entre los cuales destacan el crecimiento económico y los adelantos en materia de salud, entre otros, pero muy especialmente de la calidad educativa, mediante la cual se busca formar personas capaces de enfrentar los nuevos retos que impone la Economía del Conocimiento.

Lo que busca la actual administración de la que él mismo forma parte es que “la innovación se desborde del sistema educativo al sistema productivo y que se retroalimente de él; el gobierno de la República quiere vincular a las instituciones con el desarrollo de su entorno”.

Mencionó también que sólo por medio de la creatividad se pueden romper los paradigmas sociales, económicos y políticos. Dicha creatividad debe reflejarse en capacidad innovadora de una nación para que el desarrollo y el bienestar social pueden fructificar.

También hizo hincapié en que una de las cinco metas del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 es lograr un México con alta calidad educativa. Para lograr ese propósito, el gobierno actual ha propuesto políticas de Estado que mejoren los métodos de enseñanza y generar capital humano que impulse la innovación y la competitividad.