Escrito por: Mariel Hernández Maldonado

El gobierno del actual Presidente Enrique Peña Nieto llegó con las manos llenas de reformas a diferentes sectores, entre los que por supuesto se vio modificado el sector educación, el cual apenas hace unos días recibió la más reciente propuesta para reformar la Ley General de Educación permitiendo a las escuelas modificar el calendario originalmente emitido por la SEP dependiendo de los usos y costumbres de cada lugar.

185 días mínimos efectivos de clases y un máximo de 200 es lo que propone la reforma que apenas recibió el Senado de la República, pidiendo que las horas de clase que se den en la jornada dependerán de la autoridad educativa federal.

En 1992 se reformó el calendario escolar para extenderlo de 185 días a 200 con el objetivo de hacer del tiempo que pasaran los niños en las escuelas, tiempo de calidad; así se argumentaba en el Acuerdo Nacional para la Modernización Básica en mayo de este año. El plan tuvo resultados positivos durante los primeros años, sin embargo con el paso del tiempo los resultados de evaluaciones mostraron que los alumnos ya no aprovechaban el tiempo de la misma manera.

Hoy, después de 24 años de haber implementado dicho sistema se vuelve a cuestionar la efectividad del aprendizaje pues los niños presentan baja en las notas aparte de empezar a tomar en cuenta el uso de las nuevas tecnologías como una herramienta importante en el aprendizaje de los niños desde la primaria hasta el nivel superior y posgrados, lo que puede ayudar a hacer efectivas las horas fuera del aula para aprendizaje autodidacta.

Antes de aprobar este nuevo dictamen es necesario que se someta al proceso legislativo para que se le hagan las anotaciones y correcciones pertinentes pues este nuevo proyecto contempla cambios a los artículos 13, 51, 53 y 69 de la Ley General de Educación por lo que debe ser analizada con detenimiento para determinar qué aspectos se considerarán.

En muchos países la educación de los niños no se mide en cantidad de horas, sino en calidad de enseñanza; países como Finlandia, líderes en educación no se basan en calendarios escolares exhaustivos, sino en actividades que puedan ayudar a los niños a pensarse en otras situaciones ajenas al salón de clases; muchos de ellos pasan gran parte del tiempo en bosques y en los patios de las escuelas tratando de resolver problemas que se les pueden presentar en la vida real, mientras que en países en cías de desarrollo los niños suelen pasar hasta 8 horas dentro del aula con apenas 30 minutos para jugar y desarrollar sus capacidades cognitivas.

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