Por: Isabel Gonzalez Tellez

Muchos adultos de hoy no tuvieron la oportunidad que los jóvenes actualmente tienen para estudiar, ya sea por cuestiones económicas o sociales, no todos pudieron terminar una carrera profesional o tuvieron que dejarla trunca. Aunque muchos de nosotros hemos escuchado que “nunca es tarde para estudiar” puede ser bastante difícil regresar a una universidad (o preparatoria) llena de jóvenes para retomar los estudios, sin embargo acercarse al conocimiento depende más de la actitud que de una estrategia o formalidad, por lo que no hay ninguna razón para no volver a estudiar.

En el año 2013, la mexicana Arcelia Yáñiz Rosas (QEPD) terminó sus estudios y recibió su título y cédula profesional como licenciada en Periodismo, inspirando a más de una generación para superarse a sí mismos y alcanzar sus sueños de tener una carrera profesional.

¿Hay una “mejor” edad para estudiar? Los años no son lo más importante cuando se trata de estudiar, si bien todos tenemos limitaciones de carácter económico o académico, la voluntad puede predominar y ayudarnos a concluir nuestros estudios y además encontrar un trabajo relacionado con la carrera profesional. Incluso hay varias ventajas de estudiar en la adultez, como:

• Mayor experiencia. Muchos adultos tienen conocimientos pragmáticos sobre las carreras que posteriormente estudian, ya que han laborado en sectores relacionados durante su vida y conocen el medio.
• Pasión por sus estudios.  Algunos jóvenes eligen su carrera en función de sus aspiraciones, es decir, escogen carrera pensando en ganar mucho dinero al terminar; los adultos escogen su carrera porque les apasiona y saben que podrán ejercerla y -como mencionamos en el punto anterior- probablemente ya se encuentren en el medio.
• Mejores habilidades: Un estudio publicado por el Journal of Cognitive Neuroscience reveló que el cerebro adulto es capaz de identificar con mayor rapidez las ideas centrales de un tema y que las habilidades de análisis y resolución de problemas son mejores, por lo que el aprendizaje y la comprensión son más claras.
• Memoria: La capacidad para memorizar también mejora con la edad.

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