La Semiótica
Para Charles Sanders Peirce, filósofo, lógico, y científico estadounidense, el signo es todo “lo que al conocerlo nos hace conocer algo más”, definición en apariencia tan vaga y general que parece no serlo. En términos más claros, un signo es cualquier gesto, sonido o imagen gráfica que, al percibirlo, nos da la idea de alguna otra cosa que no se capta a simple vista pero cuyo significado puede ser conocido por un grupo de personas, así, una señal de tránsito, las aureolas de los santos en las pinturas religiosas, los símbolos matemáticos y ciertos movimientos de la mano son signos, pues encierran un significado más amplio de lo que puede parecer a simple vista.
Usamos los signos todo el tiempo, algunos durante toda la vida y en presencia de quien sea, otros sólo por un período de tiempo o en compañía de unas pocas personas, pero todos sin excepción han sido creados con la intención de comunicar algo. Son creados porque no tienen existencia por si mismos, aunque los haya tan antiguos que nadie sabe quiénes los idearon, sino que son concebidos como herramientas para sintetizar información o para agilizar la interacción con otros seres humanos.
La semiótica es la ciencia que estudia los signos, su estructura y sus relaciones. Fue concebida en los primeros años del siglo XX por el lingüista suizo Ferdinand de Saussure, padre de la lingüística moderna, como con el tronco de cuyas ramas sostienen a todas las disciplinas científicas que tienen por objeto la comunicación humana y, en efecto, aunque ningún autor ha puesto sobre sus hombros el peso de atribuirse una concepción completa y definitiva sobre esta ciencia, se la considera el punto de partida obligado de todos aquellos que deseen estudiar los signos, ya sea desde el punto de vista de la lengua y la escritura, o el de cualquier otro sistema que sirva para representar ideas, y desde la década de los setentas ha acaparado la atención de académicos y medios de publicidad por igual, ambos interesados en explotar sus amplias posibilidades para el desarrollo de sistemas de comunicación cada vez más eficientes y de mayor impacto.
Para su mejor análisis y comprensión, el lingüista francés Pierre Guiraud ideó tres grandes grupos denominados “sistemas semióticos”, en los cuales pueden catalogarse los signos en virtud de las funciones que realizan de acuerdo a las relaciones que entre ellos se establecen.
Los signos sociológicos son aquellos que cumplen una función práctica en la vida cotidiana de los individuos, bien como formas de reconocimiento, fórmulas de cortesía o señales que indican una determinada forma de comportamiento. En este conjunto se encuentran las distintas maneras de saludos y todos los gestos verbales o físicos que intervienen en la comunicación humana
Los signos esteticos expresan emociones o sentimientos; su uso más generalizado lo encontramos en el arte y sobre todo en la pintura, aunque los motivos musicales, las líneas de la arquitectura y los movimientos corporales de la danza constituyen también formas del lenguaje estético.
Se entiende por signos lógicos todos aquellos que buscan explicar o describir cualquier aspecto del entorno, incluidos los conceptos abstractos. Su uso más extendido se da en las ciencias (el lenguaje matemático en primerísimo lugar), pero también incluye a las señales de tránsito, publicidad, los símbolos religiosos y las letras del alfabeto en cualquier idioma.
Deja un comentario