El tarot es un sistema simbólico que a través de los siglos se ha utilizado para conocer el pasado, presente y futuro del consultante. Al hablar de tarot se le relaciona con magia, hechizos de amor y brujería, sin embargo el tarot es mucho más que eso:

El tarot es, como ya se mencionó, un sistema simbólico que consta de 78 cartas: 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores. El origen del tarot es incierto, muchas personas lo relacionan con los antiguos egipcios como un vestigio del Libro de Thot, dios egipcio de la magia, las ciencias y la matemática, conocedor del pasado, presente y futuro. Otras personas relacionan al tarot con la Cábala hebrea, otros ven al tarot como una fusión entre las tradiciones egipcias, griegas, celtas, nórdicas, musulmanas, judías y cristianas. Lo cierto es que el tarot es un camino hacia el autoconocimiento.

La palabra “arcano”  proviene del sánscrito, significa secreto, recóndito. Cada carta del Tarot representa una verdad secreta, oculta en la imagen, sugerida por los símbolos.

En el tarot, los 22 arcanos mayores representan los principios universales como estados de evolución de situaciones características de la existencia humana a lo largo de su vida. Aquí se ven los valores más elevados del hombre así como los aspectos más sombríos, cartas y personajes clave como La Emperatriz, La Muerte, La Torre, El Diablo, etc.

Por su parte, los 56 arcanos menores se relacionan con los acontecimientos diarios de la vida, estas son las 40 cartas de la baraja española más 8, 9 y 10 de cada serie así como las 4 reinas, con un total de 16 cartas más. Los arcanos menores serán tratados en otro post.

Es común observar que al tarot se le asocia con la numerología, la astrología, la Cábala, etc., sin embargo el tarot es un conjunto de todos estos aspectos que se unen para dar paso a una simbología común. El tarot se clasifica por su uso que puede ser iniciático o adivinatorio.

Tarot iniciático

Según los expertos el tarot iniciático es el uso más antiguo que le dio origen al tarot. Por siglos, sus arcanos sirvieron como vías de autoconocimiento y ascenso espiritual. Ya sea mediante la meditación en los arcanos o por el estudio de sus mensajes y relaciones, ha sido un recurso invaluable para la profundización en el conociendo de las leyes universales del hombre. En las escuelas de filosofía ocultista de occidente, el tarot ha sido el gran libro inspirador y la clave de todos sus fundamentos y sus dogmas. Por ello se ha considerado una vía de introspección y autoconocimiento, condiciones necesarias en el proceso de aprendizaje esotérico.

Tarot adivinatorio

Desde la era medieval el tarot es reconocido como el medio de adivinación por excelencia dada la precisión analógica de sus imágenes y de sus números. Fue traído por los gitanos, siendo conservado y transmitido de generación en generación. El tarot tomó un gran auge en el Siglo XVIII en Francia, debido a la profusión de los estudios de ocultismo en esa época y aún en nuestros días, es el instrumento de adivinación más usado en todo el mundo occidental.

Cabe destacar que el tarot no tiene religión ni va en contra de ninguna. Es un sistema simbólico que nos permite entender algunos mecanismos de la mente humana a través de ciertas pautas, así como nuestra actitud para enfrentar las circunstancias, los recursos de que disponemos y la tendencia a reaccionar de cada persona ante las circunstancias.

El tarot no conoce limitaciones, permite conocer aspectos del pasado, presente y futuro. La mayor problemática del tarot se presenta al formular la pregunta del consultante y las limitaciones del tarotista. A los consultantes se les debe aconsejar que pregunten solo cosas que les afecten directamente y no hacer preguntas sobre otras personas. A veces el tarot indica algo que no era el centro de la pregunta, pero que resulta de gran ayuda para resolver el problema planteado o como una información que se nos proporciona para que hacer algo al respecto. Hay que tener en cuenta que la pregunta refleje lo que la persona necesita saber y que la respuesta no interfiera en su vida o sus decisiones, sino que le ayude a ver más claro el panorama.