¿Qué aprenden los niños pequeños en la guardería?
Los primeros tres años de nuestra vida son cruciales en el desarrollo físico, emocional y cerebral, es el periodo en que aprendemos a caminar, a sentarnos, comunicarnos mediante el lenguaje verbal y no verbal y las habilidades cognitivas básicas. Todo esto lo logramos con ayuda de nuestros padres, hermanos y el entorno general.
Sin embargo, los padres no siempre tienen el tiempo para dedicárselo a sus hijos pequeños: el trabajo, los estudios, atender a los otros hijos y el cuidado de la casa pueden provocar que el pequeño no reciba la estimulación acorde a su nivel cognitivo, sino que no actúe con otros niños de su edad. Por ello, llevarlos a la guardería, estancia o escuela infantil es recomendable.
Hay muchos padres que piensan que en la guardería los niños solo incrementan las probabilidades de enfermar, ser lastimados por sus compañeros y estar lejos de sus seres queridos. Sin embargo, llevar a los pequeños a la guardería (aunque sea unas horas al día) tiene más ventajas que inconvenientes, entre ellos:
- Juego controlado. Los niños adoran el juego, y en una guardería las personas especializadas en cuidado infantil los guían de forma que sus habilidades motoras, sociales y de lenguaje se vean potenciadas mediante juegos que les ayuden a descubrir el mundo que les rodea.
- Inicios de la etapa escolar. A través de juegos y canciones se enseña numeros para niños, colores, reglas de convivencia, las partes de su cuerpo, que les ayudará a adaptarse a la siguiente etapa: el preescolar, donde si bien el aprendizaje también se realiza a través del juego, los niños deben respetar reglas diferentes a las que tienen en casa.
- Interacción con niños de su edad. En las primeras etapas del desarrollo los niños son egocéntricos, por lo que la convivencia con otros les ayudará a desarrollar su lenguaje, crear vínculos afectivos, ser empáticos con sus compañeros y resolver conflictos mediante la comunicación.
- Autonomía e independencia. Los pequeños comienzan a formarse hábitos de vida que les ayuden a ser más independientes: ir al baño solos, vestirse, amarrarse las agujetas, levantarse si se cayeron, entre otros.
- Desarrollo de habilidades motoras finas. Las actividades para niños de preescolar como dibujar, colorear, hacer bolitas de papel, pegar hojas en su libreta, entre otras les ayudan a desarrollar y mejorar sus habilidades motoras, así como a desarrollar su creatividad e imaginación.
- Habilidades cognitivas complejas. El desarrollo del pensamiento, del lenguaje, ampliar su vocabulario para expresar sus emociones, deseos y sucesos se ve potenciado en la guardería gracias a la estimulación del entorno, las maestras y otros niños que acuden.
Como habrás comprobado, la guardería es un entorno positivo para los niños pequeños, y si planeas llevar al tuyo, asegúrate de elegir una que cuente con todas las medidas de seguridad y personal altamente capacitado.
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