En general, la medicina alternativa hace referencia a aquellas prácticas curativas que no pertenecen al campo de la medicina convencional y que son empleados con el objetivo de curar distintas enfermedades. Existen distintos tipos para clasificarlas según los procedimientos a los que recurren, por ejemplo:

La medicina mente-cuerpo engloba prácticas como la oración, la musicoterapia y la meditación, en los que la mente desempeña un rol fundamental en las afecciones que aquejan al cuerpo. También están aquellas basadas en biología, que recurren sobre todo a plantas medicinales para lograr la recuperación de salud.

También están las prácticas manipulativas y corporales que incluyen ciertos métodos, como el masaje terapéutico y el toque terapéutico para restablecer a los pacientes. Otra clase es la conocida medicina energética que parte de la teoría de que existen campos energéticos que rodean el cuerpo y que penetran en su interior, entre este tipo de prácticas como Reiki, el Chi Gong y el toque terapéutico.

A propósito, una de las prácticas que combina distintas técnicas es la acupuntura, que provine de la medicina tradicional china. Pero, ¿en qué consiste?

Hay que partir, de la teoría que le dio origen y que contempla el dolor y la enfermedad como de un bloqueo de la energía vital, consecuencia del desequilibrio entre dos fuerzas corporales llamadas ying y yang. Esta práctica pretende estimular determinados puntos para reconducir el qi. Actualmente se sabe que dicha estimulación actúa sobre el sistema nerviosa para activar sustancias analgésicas, tales como las endorfinas y las células del sistema inmune, en ciertas zonas del organismo.

La acupuntura se lleva a cabo del siguiente modo: primero, es necesario que el paciente se recueste sobre una mesa para que puedan insertársele pequeñas agujas en los puntos determinados, según el padecimiento. Contrario a lo que pudiera pensarse, el dolor suele ser leve o moderado e incluso son muchos los pacientes que llegan a dormirse durante las sesiones que duran de 30 a 45 minutos. Otra forma de insertar las agujas son a través de un adhesivo que mantenga la presión entre la aguja y el cuerpo, que se mantendrán sin mayor molestia durante algunos días.

Los beneficios de la acupuntura es que no cura únicamente a nivel sintomático, sino que también lo hace a nivel etiológico, pues su acción alcanza a los sistemas inmunitario, hormonal, nervioso, sanguíneo, óseo-articular, sensitivo, emocional, además de conseguir la restauración de los ritmos internos, mediante la activación de unas funciones y la ralentización de otras, hasta conseguir el equilibrio de la energía vital.