Los trastornos alimenticios afectan a los estudiantes en tiempos de examen
La época de exámenes siempre ha representado un tiempo complicado para los jóvenes para quienes se multiplican los nervios y la ansiedad. La temporada de exámenes entraña un riesgo para las personas con trastornos de la alimentación como lo que es la anorexia y la bulimia, según el Instituto de Trastornos Alimenticios (ITA) pues aumenta el estrés y la exigencia personal, lo que afecta las pautas de alimentación de los jóvenes.
Los jóvenes que padecen trastornos alimenticios suelen tener niveles altos de exigencia personal, así como un carácter perfeccionista, lo que los vuelve personas con poca tolerancia a la frustración, por lo que es muy común que en las épocas de exámenes estos estudiantes dediquen una gran parte de su tiempo al estudio para poder conseguir resultados más altos, sin importarles alterar con esto sus hábitos alimenticios.
El Instituto de Trastornos Alimenticios revela que algunos estudiantes evitan la frustración de no obtener las notas que desean por medio de la pérdida de peso para poder compensar unos resultados más bajos de lo que esperaban, mientras que también se ha detectado un mayor consumo de productos que ayudan a saciar el hambre, ricos en carbohidratos para poder calmar la ansiedad, lo que deriva en un aumento considerable en los atracones.
Los expertos del instituto afirman que el perfeccionismo característico de estos jóvenes explica porqué en época de exámenes o, algunos meses antes, aumentan los niveles de aislamiento social en los jóvenes con trastornos alimenticios.
Hasta hace algunos años, uno de los mitos más comunes de la anorexia era que afectaba a las adolescentes inteligentes de alto rendimiento académico, sin embargo se descubrió que estas chicas destinaban una cantidad exagerada de tiempo en sus estudios por lo que en la mayoría de los casos los buenos resultados no son consecuencia de la inteligencia sino del tiempo invertido en el estudio en detrimento de otras actividades sociales.
Además, los expertos del instituto recuerdan que el aislamiento social en las escuelas se relaciona en estos jóvenes con el aumento de los síntomas depresivos y obsesivos por lo que se recomienda reforzar la atención a estos chicos para evitar el aislamiento y la dedicación exagerada a los estudios, ofreciéndoles estrategias para afrontar la ansiedad, el perfeccionismo, el miedo al fracaso y la poca tolerancia a la frustración.
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